El llanto es la palabra

Después de una larga espera, el pequeño Canek ha llegado a este mundo.

Desde el primer minuto del 18 de marzo comenzó el milagro brotante de agua.... un proceso pausado, hermoso y sin prisas que concluyó a las 3:21 de la tarde, cuando alumbré a mi hermoso Canek, quien no hizo esperar el llanto... ese llanto de vida, ese llanto que me anunció que mi vientre se desinflaba para dar paso a una nueva etapa. Ese llanto ahora es su palabra... un potente llamado, una tierna queja, pero también una manifestación de exigencia y a veces de abierta rebeldía que me pone los pelos de punta. Por las noches intento anticiparme al llanto, sigilosa, ante un puchero casi imperceptible, me preparo para darle alimento y arrullo.

El potencial de mi cuerpo se manifestó y me quedé sorprendida. Ahora, este potencial corpóreo se vuelve a manifestar en mis mamas. Algo muy sorprendente, que sin duda me está pasando... un lenguaje de mi propio cuerpo que nunca antes imaginé que fuera tan potente. Por lo pronto, di la vida y el camino por recorrer es mantenerla.

Irina, marzo de 2010.